Todo mundo conocemos dos estadios en Irapuato, su historia y el legado que nos han dejado, hablo del estadio Revolución y del estadio Sergio León Chávez pero escarbando un poco más atrás existen dos inmuebles que también formaron parte de la historia fresera.
Estadio Álvaro Obregón
Fue en el año 1927 cuando se dieron cuenta que debían crear un espacio deportivo para realizar encuentros de fútbol, ya que Irapuato siguió de líder en el estado en este deporte. En un principio el campo de la estación era para los partidos pero fue quitado al impulsor del fútbol en el municipio Diego Mosqueda. Al ver la situación el General Jaime Carrillo, Jefe de Operaciones Militares en el Estado de Guanajuato accede a dar un terreno para que se juegue en un lugar digno y así surge el estadio «Álvaro Obregón».
Dichos terrenos se encontraban para la salida al municipio de Abasolo. Fue el 15 de Septiembre de 1928 cuando se llevó a cabo la inauguración con una competencia hípica. Dicho campo fue construido por y para militares, lo que hacía difícil que civiles fueran a practicar fútbol o beisbol.
Campo «El águila»
Este fue el recinto donde el fútbol tuvo su auge donde los hermanos Antonio, Juan y Guadalupe Aguilera donaron un terreno de su propiedad que se encontraba en la esquina del bulevard Torres Landa y la calle Nazas.
Dicho campo fue inaugurado el 12 de octubre de 1929 en un partido entre Deportivo Irapuato y San Francisco de Angamacutiro, equipo michoacano donde los freseros ganaron con marcador de 4 goles por 0.
Grandes hazañas se vivieron en el estadio. El nombre de «Campo el Águila» se debía por el apellido de los hermanos que era Aguilera y por la fábrica de cigarros que operaba en el municipio ya que después se rentó el campo para ser utilizado por los empleados de la empresa.
Diana León